El profesional llega a su nuevo rol basándose en un conjunto específico de valores y características.
Al asumir la jefatura, si no se prepara, se sentirá abrumado porque necesita cambiar el enfoque de rendimiento individual al rendimiento del equipo y para esto requiere desarrollar nuevas habilidades y competencias.
Conocer los propios estados internos, preferencias, recursos e intuiciones. Identificar las fortalezas y los aspectos de mejora. Comprender el impacto que tiene en otros.
Desarrollar las competencias como la escucha, el hacer preguntas poderosas, recibir y dar feedback.
Persuadir, promover y delegar. Desarrollar un tipo de liderazgo que le permita relacionarse con otros impulsando su impacto.
Capacidad de aprender y desaprender, “la habilidad que se tiene para ver el mundo de forma diferente, según el contexto, y desaprender lo que se sabe para aprender lo que se demanda.
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