«Estaba en un momento de mi vida de cuestionamientos profundos acerca de mis objetivos en la vida, y las decisiones que me han llevado donde estoy…me sentía perdida, agotada…y este proceso apareció como una luz…
Mis sesiones me hicieron mirarme como mujer. Toda mi vida el ser femenina había sido mi punto débil, que debía superar sometiéndome permanentemente a retos y desafíos, para igualarme a los hombres…
En mi programa aprendí a valorarme como mujer y a agradecer cada día mi existencia como tal… compren​​dí ​que soy un ser integral y que ser mujer me otorga una belleza particular y única como tal.
Hoy me siento agradecida de haber aprendido a amarme con la belleza que me otorga mi feminidad, ya que he dejado de verlo como una debilidad. Confío en mí y en mi brújula que me llevará por los caminos que yo elija ir con mi determinación y con claridad que hoy siento.
María Esther es una mujer encantadora, su sola sonrisa genera la calidez que te hace sentir acogida y comprendida, me sorprendió su enorme capacidad de leerte más allá de las palabras y gestos.
Linda, de corazón, eres realmente una excelente profesional y preciosa persona. Besos y cariños! Carla.»