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Cone Aitken Saavedra

Me sentía súper estancada. Siempre he sido una mujer trabajadora, independiente, que ama tener miles de proyectos y focos diferentes en su desarrollo personal y laboral. Había sido mamá hace unos meses y necesitaba encontrarme con la Cone que generaba proyectos, que tenía ganas de moverse, de encontrar su camino. Había emigrado a Ecuador hace casi 1 año, y estaba en pleno proceso de duelo migratorio (sin saber muy bien qué significaba esto), pero no me sentía con las suficientes redes ni el impulso para poder comenzar a emprender un camino profesional.
Cuando comencé mi proceso con María Esther me atreví. Me aventuré a varios proyectos y sobre todo me sentí con la libertad de hacerlo, de probar, de equivocarme.
Con una amiga creamos el Podcast “Maternidades Imperfectas”, me abrieron las puertas en la Radio Gitana en Quito, donde tuve a cargo el programa “Conexión Gitana”. Junto a mi socio dimos el vamos final al Programa de Formación y Certificación en el Método Alba Emoting. Organizamos el VII Foro Latinoamericano de Teatro Espontáneo en Ecuador.
A nivel personal, siento que dejé de quejarme y comencé a accionar, a moverme. Si necesitaba más redes, salía a buscarlas. Busqué nuevas amigas, formé lazos, comencé a querer más a Ecuador y a disfrutar la maternidad, el lugar donde vivo, mi relación de pareja. Pude priorizar lo que realmente quería y sentía que era bueno para mi sin tantas culpas ni remordimientos.
María Esther te acompaña desde su experiencia, desde tus distintos roles. Destaco mucho su profesionalismo y rigurosidad, llevaba un seguimiento real y concreto. Nuestras sesiones no se quedaban sólo en la conversación, sino que siempre pasaba a la acción.
De igual modo, el mantener la calidez en nuestras sesiones virtuales fue siempre maravilloso.
Recomiendo 100% tu trabajo.
Aquellas mujeres que hoy leen este testimonio, les digo que se atrevan, que lo peor que pueden hacer es quedarse estancadas esperando que las cosas sucedan. Hay que ir a buscarlas. No siempre tenemos que ser las mismas, y que en la medida que nos acepemos vulnerables, imperfectas y a la vez poderosas y fuertes, solo así, mirando todos nuestros colores, podemos florecer.
Gracias Maru por tanto!

Cone Aitken Saavedra